martes, 14 de septiembre de 2010

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Cadenas pendejas

Hola, pues como marca el título de éste post, les vamos a hablar de las cadenas, de esos correos que valen miembro, y sólo son un estorbo en nuetra bandeja de entrada de nuestro correo.


Lo que a muchos nos asombra de éste fenómeno, es que hay cadenas que siguen viviendo, o siguen reenviandose como si fueran una noticia nueva.
La más usual y que seguramente a muchos no ha llegado al correo es la que segun hotmail va a empezar a cobrar por los servicios que brinda... Recuerdo cuando era una ingenua de ésto, que sí reenvié esa cadenita, pero pues al empezar a andar en estos rollos te das cuanta que son puras patrañas.


Eso que les cuento, pasó mas o menos por ahi del 2000 y cacho, no recuerdo la fecha exacta pero pasó.


Podría jurara que el pinche correo ese, está en mi bote de basura (en el email) por que hasta hoy en día, o sea, aprox, 10 años depúes, esa cadena sigue viva, cosechando y cosechando más correos.


Bueno, sólo para recordarles que hay un post en el que explico con la claridad posible, que hay una forma de reenviar esos correos, pero sin necesidad de que todos tus contactos anden en mensajes de correos de otros, aqui el link: Combatir el SPAM


Y por último solo me queda decirles que MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN.


¡Y claro! no podía faltar la parte chistosa de este post:


Queridos amigos:
Estuve haciendo un repaso de todas las chorradas que me enviaron por Internet y observando cómo cambiaron mi vida:


  1. Primero dejé de ir a bailar temiendo que unos ladrones de órganos me secuestraran y así me roben las córneas o me saquen los 2 riñones y hasta el esperma, dejándome tirado en la bañera llena de hielo con un mensaje en el espejo que diga: “Llama una ambulancia, no tienes varios organos”.

  1. Luego dejé de ir al cine por miedo a sentarme en una butaca con una jeringa infectada con SIDA.
  2. También vendí mi celular porque me iban a regalar uno más nuevo en Ericsson pero nunca me llegó. Entonces compré otro, pero lo dejé de usar por miedo a que las microondas me afectasen el cerebro o me diese cáncer.

  1. Dejé de comer pollo y hamburguesas porque no son más que carne de engendros horripilantes sin ojos ni pelos, cultivados en un laboratorio.

  1. Dejé de tener relaciones sexuales por miedo a que me vendan los condones pinchados y me contagie de algo.

  1. Además dejé de tomar cualquier cosa que venga en lata por miedo a morir por mierda y meadas de rata.

  1. También doné todos mis ahorros a la cuenta de Brian, un chico enfermo que estuvo a punto de morirse unas 700 veces en el hospital.

  1. Por último quedé arruinado por comprar todos los antivirus existentes para evitar que la ranita Budweisser invadiera mi disco duro o que los Teletubbies se apoderaran de mi protector de pantalla.

  1. Dejé de hacer, tomar y comer tantas cosas, que casi muero.

  1. Casi muero de hambre esperando junto a mi correo los U$S 150.000 que me mandaran Microsoft y AOL por participar en la prueba de rastreo de e-mails.

  1. Y el teléfono de Ericcson tampoco llegó, ni mucho menos el viaje a Disneylandia con todo pagado.

  1. Quise hacer mi testamento y dárselo a mi abogado para legar mis bienes a la institución benéfica que recibe 1 centavo de dólar por cada persona que se anote al final de la cadena de la lucha por la independencia de las mujeres en Afganistán, pero no pude entregarlo porque tenía miedo de pasarle la lengua al sobre y cortarme con el borde, porque se me iba a llenar de cucarachas que se iban a incubar dentro de él, según lo que por mail me habían informado.

  1. Además, tampoco me gané $1.000.000, ni el Porsche, que fueron las 3 cosas que pedí como deseo luego de mandar el Tantra Mágico enviado por el Dalai Lama de la India.

  1. Y siempre creí que mis males eran a causa de una cadena que olvidé seguir y por eso me había caído una maldición.
 

    Saludines!!!

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