Niña - Señora

Estoy en casa de mi novio, un poco triste porque se fue el internet. Estoy escuchando música que me recuerda cuando era joven…Bueno, cuando era más joven.

Mi novio se acuerda muy bien de esa época, fue cuando nos conocimos.

Si. Recuerdo ese entonces muy bien, cuando literalmente no me importaba mucho lo que las demás personas pensaran de mí.

¿Qué fue lo que le atrajo tanto de mí, a mi novio?

Aún me hago esa pregunta, mientras lo veo dormir, me pregunto a mí misma, ¿qué será que está pagando?

Pero ya no importa, estamos juntos con una linda bebé.

Y es ahora cuando me acuerdo de lo “feliz” que era, cuando no tenía responsabilidades, cuando solo me preocupaba de lucir bien en el antro, de intentar llamar la atención de un ex novio.

Pero ahora todo ha cambiado, tengo responsabilidades muy grandes (aun que no parezca), y estoy en medio de una estrecha relación entre mi novio y yo...

 Ahora sí me siento feliz plenamente, eso sí, con muchas preocupaciones y una gastritis horrible (consecuencia de las dietas extremas a las que me sometía antes), con muchas ojeras y ganas de volver al futuro solamente para disfrutar un poco más de lo alguna vez viví.

A veces no es bueno recordar, porque puedes llegar a recordar cosas que nunca pensaste volver a recordar. Mirar hacia atrás puede ser bueno, pero tiene sus consecuencias, hay gente que se queda “ahí” intentando regresar lo que ya pasó. Yo sólo recuerdo.

Sigo escuchando música, imaginándome en la pista de baile, intentando seducirme a mí misma. Sentirme linda, en medio de un montón de ebrios y chicas promiscuas, con un cigarrillo en mano (en ese entonces no estaba esa tonta ley de los fumadores pasivos).

Pero regreso a mi realidad, y veo a mi hermosa hija, y sonrío.

Sé que esto que estoy viviendo no sea lo que uno sueña cuando se es joven, pero estoy contenta, satisfecha, gracias al destino estoy bien, en compañía de mi novio y mi hija.

Y sí pudiera volver atrás, volvería hace unos segundos, para recordar de nuevo mi juventud…